lunes, 1 de septiembre de 2008

Infinito (Enrique Bunbury)


Cuando uno está en la cresta de la ola es capaz de valorar realidades ya vividas con otra perspectiva. Es el caso de esta canción, que siempre me ha encantado, pero que tiempo atrás me tocó sufrir. Hoy, mientras hablo contigo de momentos pasados, vienen a mi memoria los ecos de este viejo tema. Y ya no me duele. Pero cuántas veces llegué a repetir con rabia: "Engañame un poco al menos..."


Me calaste hondo
y ahora me dueles.
Si todo lo que nace perece, del mismo modo
un momento se va
y no vuelve a pasar.


Y decían: '¡qué bonito!' era vernos pasear
queriéndonos infinito,
pensaban: 'siempre será igual'
¿cómo lo permitimos, qué es lo que hicimos tan mal?
¿fue este orgullo desgraciado
que no supimos tragar?

Engáñame un poco al menos,
di que me quieres aún más,
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal.
Que ninguno de esos idiotas te supieron hacer reír,
que el único que te importa
es este pobre infeliz.

Me calaste hondo
y ahora me dueles.
Si todo lo que nace perece, del mismo modo
un momento se va
y no vuelve a pasar.


Y el día que yo me muera, y moriré antes que tú,
sólo quiero que una pena
se lloré frente a mi ataúd.
Que esta herida en mi alma no llegó a cicatrizar
y estará desesperada
hasta que te vea llegar.

Me calaste hondo
y ahora me dueles.
Si todo lo que nace perece, del mismo modo
un momento se va
y no vuelve a pasar.

No hay comentarios: