domingo, 24 de junio de 2007

Deudor

     Hoy es víspera de examen. Y, por lo tanto, día de reflexión y reproches personales. Pero dentro de ese abismo, me he remontado poco tiempo atrás.
     Hubo una época, no muy lejana, en la que alguien me quería. Yo era su sueño, su pilar y su certeza. La destrocé el corazón. Sí, fui yo el verdugo. Ella siempre mereció aspirar a lo mejor. Pero se topó conmigo en el camino...
     Se que el tiempo, juez y parte en cada contienda sentimental, guardará los cargos para otra ocasión y dictará una dura sentencia por mi crueldad. A veces pienso que no tardará mucho...
     Os dejo un escrito que le regalé en nuestros primeros tiempos, los de la venda en los ojos y el mercadillo de ilusiones.

Recobro rumbos
viejas promesas
antiguos retos

cubro cualquier distancia
y sobrevuelo la ignorancia
sin errar/con disparo certero

y todo porque sonries
porque te sientes
importante
                      segura
                                   libre

casi con respuestas
protagonista de grandes gestas
salvadora y a la vez humilde

es tanto lo que te debo
que me avergüenzo al pensar
al constatar/al descubrir/al comprobar
la insolvencia de mi carácter

cuando al atardecer
entre asfalto,aire y piel
me proteges sin despeinarte

pregono a los cuatro vientos
tu dulce nombre
                                 cauta doncella
alicia renombra miedos
regala vida
                      sin darse tregua

por eso hoy me siento
                                         deudor entre tinieblas

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